Los frijoles negros refritos es un plato muy importante en la cocina de todo México porque se emplea con muchísima frecuencia. Los frijoles constituyen la base para muchísimas recetas ya que hay innumerables maneras de presentarlos.
Ingredientes para 6 personas:
- 2 tazas de frijoles negros
- 100 g manteca de cerdo
- 2 cebollas
- 1 ramita de menta fresca (opcional)
- 1 ramita de tomillo fresco (opcional)
- 1 ramita de perejil fresco (opcional)
- 3 dientes de ajo
- Sal
- 250 g queso Cheddar rallado (opcional)
- 3 tortillas
Preparación:
Lavar los frijoles muy bien y remojarlos en agua fría durante ocho horas.
Cocerlos a fuego lento en una cazuela de barro con agua y una cebolla, las ramitas de menta, tomillo y perejil. Agregar agua caliente, si fuese necesario durante la cocción. Hervir con la cazuela tapada durante 2 horas o hasta que los frijoles estén tiernos.
Cuando empiecen a arrugarse, añadir una cucharada de manteca. Salar cuando los frijoles ya estén casi cocidos.
Dejar hervir media hora más para que se sazonen.
Desechar las hierbas.
Colar y aplastar los frijoles con una cuchara de madera o triturar en la procesadora de cocina si prefieres una textura más suave.
Calentar la manteca de cerdo en una sartén grande y profunda. Picar la otra cebolla y saltear hasta que quede muy tierna. Sazonar con sal y comino.
Añadir 1/4 de litro del caldo de cocción y los frijoles y freír hasta que se espesen y se pueda formar un rollito. Remover constantemente.
Si utilizas el queso, esparcir sobre los frijoles refritos y tapar la sartén hasta que se derrita. También se puede fundir el queso bajo el gratinador del horno a temperatura media.
Servir enseguida con triángulos de tortilla fritos y dorados en manteca llamados totopos.
Consejo:
Una variación: puedes incorporar trozos de chorizo frito a los frijoles y una lata pequeña de sardinas, también en forma de puré.